viernes, 14 de noviembre de 2008

Los libros son para los débiles

Bueno, crónica del Salón del Manga: me hago viejo para estas mierdas. Fin.

Versión larga: me gusta más el Salón del Cómic de Verdad (huy, lo que he dicho), el de abril/mayo. El ambiente en general, y la posibilidad de encontrarte con auteurs por los pasillos. En el del manga te puedes encontrar... con el tipo que cantaba el opening de Dragon Ball... y ya. Y encima es uno de esos japoneses que parece que no se hayan cambiado de peinado desde finales de los setenta. En fin.

Siguiendo con la diversión: ¿se acuerdan que les sugerí que a lo mejor caía algo mío en el número del Manglar que sale dentro de ya? Pues al final se retrasa para el siguiente número, que saldrá en marzo. "Oye, ¿cuándo se estrena Watchmen?" "En marzo." "Ah, sí, cuando sale lo que ha hecho el tipo de los pingüinos para El Manglar." "Correcto."

Bien, siguiendo con la campaña "Agrandemos mi ego", aquí está mi caricatura según C. Ponsí, que me sacó la jeta en El Jueves nº 1639 (y no lo he mirado hasta hoy... tengo lectura atrasada, sí) ¡Gracias, companiero!



Y en la próxima entrada les hablaré de aquella vez que me dijeron de hacer la cartelería para el Viña Rock y al final no. Es tan poco interesante como suena, sí.

4 comentarios:

Runtime-Error dijo...

Opino lo mismo en cuanto a la diferencia entre el Salón del Cómic y el del Manga!

Saludetes :)

Anónimo dijo...

Sois unos quisquillosos y unos carcas ambos los dos.

Ay. Si gente como vosotros desaparece del Salón del Manga, ¡entonces sí que está condenado!

Unknown dijo...

Runtime, un saludo pa tí también!

Sí, Pedro, sin nosotros el Salón desaparecería. Aún quedarían unos 60.000 otakitos, pero sin nosotros dos nada tendría sentido.

neska polita dijo...

una verdad como un templo, rubén.