Iba vestido de Superman

Vamos a explicar brevemente de dónde sale este tío, ¿vale?

Su primera aparición fue en el webcómic Like a Monkey, en 2005. Luego se recopiló en un fanzine que os podéis bajar desde la columna de la izquierda.



Apareció sólo en unas pocas tiras, que encima sacadas de contexto ni siquiera tienen sentido, y en la contraportada del fanzine. Pero eso le bastó para convertirse en un personaje entrañable muy querido por cuatro o cinco personas, o quizá seis. Siete.

Años después comencé a publicar en El Jueves, blablabla. Llegado un momento dado, una facción de autores jóvenes decidimos liarla parda introduciendo pequeños mensajes subliminales en los extras. En el caso del Extra Fin del mundo (abril de 2010), se decidió en comandita plagarlo todo de MONOS VESTIDOS DE SUPERMAN. Varios autores se sumaron a esta invasión bizarra. En la página de Federik hizo esta aparición estelar:
Esto de los monos tuvo su éxito y solucionó unos cuantos Enfamilias. De hecho, hice este dibujín para responder a varios lectores confundidos acerca del porqué del mono:

En el Salón de ese año hice chapas del monete para ir regalándolas, así de gratis. Hice corto, mucha gente se quedó sin. Ah, y algún fan loco hizo este dibujo en el stand de El Jueves:


Pues bien, el último hito de este personajín es tener SU PROPIA CAMISETA. Disponible en la tienda de El Jueves a partir de abril, pero YA se puede reservar:



Hay diferentes modelos según tu talla y/o genitales. Aquí para chico, aquí para chica. Cuesta cada una quince euros. Yo recomiendo la compra conjunta con esto, o con esto. ¿Y sois conscientes de que a partir de quince euros los gastos de envío son gratis? ¿Sois conscientes? ¡Daos prisa, que todo el mundo va a querer una! ¡Hasta Barack Obama me ha llamado esta tarde, que dice que quiere quince! ¡Qué va a llamarme Obama, por dios!

Y aquí termina de momento la historia del Mono vestido de Superman. De momento.

Pero... ¿queréis saber cuál es el giro Shyamalan de esta historia? ¿El AUTÉNTICO ORIGEN del mono?

Yo tendría unos seis o siete años, quizá menos. Estaba con mis padres tranquilamente por la feria, cuando de repente siento una presencia muy jodida en mi hombro, unas garras que se sujetan con fuerza.

Me giro y lo veo.

Era ÉL.


(Aclaro que yo NO salgo en esta foto, ¿eh? La he cogido de Google. Pero sirve para que veáis que no fui su única víctima).

Y ya toda mi vida desde entonces ha estado regida por el puto mono.